
Entre las nubes el chapuzón de lagrimas intento librarte de aquel sacrilegio que le gritaron sus maestros, amigos y abogados. El silencio era lo más puro de aquella neblina y los besos incapaces de esconderse resonaban al son de cada paso, alegría en tu rostro y dolor sin precedente en tu pasado. Un ángel paso por el camino sin siquiera pensarlo y aun menos entendiendo la subjetividad de aquel cielo llamado realidad.
Entonando gritos y soportando la lluvia subieron cada vez más volando entre sus brazos. Músculos y sangre se unificaban en un solo falico momento. Hombres los llamaban pero el ángel pensó en vida y en un ensueño. Trigonometría le objetaba su familia mientras el alucinaba con una vida inundada de utopias mágicas y renovadoras.
Lujurioso y anonadado el futuro observaba desde su guarida. Esperaba el deseoso placer de aquella fusión de alma y cuerpo, de aquel intercambio salival, hormonal, molecular y transfusión sanguínea mediante el cambio de un corazón destrozado.
Sígueme le sugirió el herido a su salvador, seamos uno en un millon de seres sin brillo. Mientras el ángel misógino seguía enloquecido por la carne y el hueso del amor a pesar de que los amantes siguieron el sendero del olvido.
Desesperados en torno al universo un meteorito divago frente a sus bocas, lenguas desesperadas por la necesidad de aire y de un lugar adonde pertenecer. Seres olvidados en el olvido, perseguidos por la enormidad y adormecidos por el espacio. Buscando la paralelidad de un susurro y despreciando lo sistemático de una caricia.
Querían ser libres en la galaxia, quizá no en esta ni en la vía láctia pero si en su privado mundo sin rechazos, ni celos, ni mentiras. En sus ojos llenos de rojo, azul, verde e infinito, en sus rostros de sensibles inundaciones y sus poros llenos de calor.
Alumbrame el camino pidió el salvador al herido que no huyera jamas que sin su dolor no podría vivir. Respirame a la cara y dime que es irreal para que nunca más despierte de este sueño. Y así aboliendo toda pesadilla desbaratando el sentido de lo racional succionaron el deseo entre sus manos y devolvieron el equilibrio a su cielo lleno de subjetividad irreal.
***Había un avión que no llego a destino pero en fin, la pista siempre sigue ahí =)